En escuelas con altos desafíos de Chile, los equipos directivos, están dialogando sobre la importancia de la confianza relacional para la mejora escolar.

La línea de liderazgo escolar del Programa Suma+ en el mes de septiembre ha iniciado la realización del Taller 1 “Confianza Relacional”, cuyo objetivo es analizar nociones teóricas y prácticas en torno a las relaciones interpersonales que se establecen en la escuela y los grados de confianza que se generan entre los distintos actores educativos.

En los procesos organizacionales que viven las escuelas, el establecer relaciones de confianza entre todos los miembros que la componen es fundamental. El rol que los líderes educativos tienen en la producción de estas relaciones representa un valor fundamental, vinculándolo a la responsabilidad que le cabe en la promoción de visiones y prácticas que posicionen a la escuela en el camino de la mejora.

Los facilitadores, encargados de trabajar los talleres de liderazgo escolar con los equipos directivos, están dialogando sobre los principios claves, como la confianza, para instalar un liderazgo distribuido y tender a una mejor organización de los establecimientos educativos.

Ignacio Pizarro, facilitador de la Región Metropolitana, indicó que “El taller de confianza relacional surge como una preocupación frente a la hipótesis de que podrían existir problemas de relaciones interpersonales en las escuelas. Queremos que los lideres educativos generen prácticas de apoyo que tributen en la mejora de relaciones interpersonales, y con esto nos referimos al constructo de la confianza”.

Sobre la recepción de los directivos a esta instancia, Ana María Palominos, facilitadora de la Región de Los Ríos, plantea “está cambiando el paradigma del liderazgo: Ese cuadro del jefe que va latigando a sus trabajadores para que avance la carreta, pasó a un líder que va empujando la carreta junto a los propios trabajadores”.

Roberto Halim, Facilitador de la Región de la Quinta Región, fue categórico al indicar que “la confianza relacional es el sostén de todo: Cuando se genera confianza en el otro en el contexto laboral, se posibilita la participación, el trabajo colaborativo y las altas expectativas”.

La facilitadora de la Región de O’Higgins, María Paz Soto, reconoció que hay dificultades que superar: “Por la excesiva carga de trabajo administrativo y burocrático, a veces queda poco tiempo para repensar y ser consciente de estos conceptos. A veces se sienten poco acompañados para la instalación de estos principios tan relevantes en la escuela, y ese es uno de los comentarios que recibimos de los directivos”.

Finalmente, es necesario tener en cuenta las distintas visiones, esperanzas y resistencias que los miembros de la comunidad escolar puedan tener sobre el proceso educativo. La capacidad que tenga el líder de promover ambientes desafiantes dependerá de los niveles de confianza que los adultos de la escuela responsables del proceso tengan entre sí.