Escrito por: Andrea Paz López
En su segundo año de implementación, el programa Sumo Primero en Terreno continúa desarrollando acciones para contribuir al mejoramiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje de matemáticas en estudiantes de 1° a 4° año de Educación Básica del país, siempre centrándose en escuelas urbanas que trabajan con los textos distribuidos por el Ministerio de Educación.
Es por esto que, durante los primeros meses del 2023, el Centro Félix Klein de la Universidad de Santiago de Chile ha realizado diversas acciones para seguir fortaleciendo las capacidades disciplinares y didácticas de más de 800 docentes, profesores auxiliares y educadores diferenciales en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Coquimbo y Valparaíso.
Al respecto, Lorena Espinoza, Directora Académica de Sumo Primero en Terreno de la macrozona 1 y Directora del Centro Felix Klein, destaca que al iniciar el año se llevó a cabo un análisis junto a los docentes sobre las experiencias del 2022 para reconocer los aprendizajes obtenidos, identificar posibles oportunidades de mejora y planificar cómo abordarlas.
“También se reanudaron los talleres realizados por los mentores y mentoras, con sus instancias de reflexión y profundización en la propuesta didáctica contenida en los textos de Sumo Primero, y luego su implementación y acompañamiento en el aula dentro de las escuelas que son parte del programa en modalidad híbrida”, indica Lorena.
Uno de los objetivos fundamentales en Sumo Primero en Terreno es constuir comunidades de aprendizaje docentes para favorecer la reflexión pedagógica y el aprendizaje colaborativo entre pares. Para Jocelyn Aguilera, mentora de la Región de Valparaíso, esta labor es una gran motivación, ya que le ha permitido, durante el programa, «reconocer las características de los profesores, ver su sello propio, conocer a sus estudiantes e ir acompañando la construcción de la clase de matemáticas, y que el profesor reconozca lo transversal que es su trabajo, la progresión del aprendizaje y con ello entienda el impacto de nuestra práctica docente».
El éxito de los talleres desarrollados en lo que va del 2023 no solo radica en el gran compromiso de los mentores y mentoras que los implementan, sino también en el tiempo que destinan en capacitaciones y perfeccionarse para desempeñar su tarea y, de forma muy importante, en la recepción que tienen los docentes pertenecientes a las 103 escuelas de la macrozona 1 y que son parte del programa, ya sea de forma híbrida o 100% virtual.
“La recepción de los docentes ha sido maravillosa, me ha sorprendido de una manera muy positiva. Han abierto de una manera muy humilde sus salas, un espacio muy íntimo para un profesor, me han permitido ingresar y además han otorgado ese espacio para conversar desde el corazón, desde una mirada muy sincera”, señala Jocelyn. “Porque cuando nosotros acompañamos hay un espacio de confianza donde el profesor se abre y está dispuesto a aprender, trabajar en conjunto y buscar este apoyo que es muy personalizado”, agrega.
En relación a las futuras acciones que desarrolla el equipo del Centro Félix Klein, destaca la realización de su tercera clase pública agendada para el 25 de mayo. El material ya está preparado y Lorena Espinoza resalta el propósito de esta instancia a nivel nacional dentro del desarrollo del programa, donde “con nuestras clases públicas buscamos mostrarles a los profesores con ejemplos concretos que es posible hacer clases de matemática de manera distinta, donde los estudiantes construyan conocimientos matemáticos y participen activamente, porque sabemos que tienen tremendas potencialidades”.
La Directora Académica también precisa sobre los objetivos del 2023 y cómo para la macrozona que lidera uno de sus grandes propósitos es que los profesores se empoderen de criterios para transitar de un paradigma basado en lo tradicional, donde el profesor explica y el alumno replica, a uno donde el alumno busca una enseñanza y construye conocimiento. “Sabemos que no se puede lograr de un día para otro, por eso queremos dejar disponible al profesorado herramientas y criterios didácticos para que puedan diseñar e implementar clases como estas. Somos realistas y no tenemos la expectativa de que se logre en solo 2 años, porque sabemos que no es fácil, pero sí hemos avanzado en parte sustantiva en este proceso”, destaca Lorena.
