El tercer taller de la línea de Liderazgo Escolar pretende discutir y analizar el concepto de la colaboración como una práctica estratégica central en la instalación de prácticas de liderazgo distribuido en la escuela.

Por lo general, el trabajo en la escuela se concibe como una labor individual, donde cada actor tiene un rol determinado al interior del establecimiento que debe desempeñar para cumplir con las metas establecidas.

Sin embargo, el quehacer educativo nos obliga a establecer relaciones significativas de colaboración para no sólo lograr los objetivos determinados por la comunidad educativa, sino que a su vez agrega valor y solidez al proceso de enseñanza y aprendizaje.

Es precisamente, lo que el taller número tres de la Línea de Liderazgo Escolar pretende transmitir a los equipos directivos del Programa Suma+: “La importancia de la colaboración en el contexto de este proyecto de intervención, responde a la pregunta por el compromiso y adherencia que cada adulto de la escuela debe desarrollar respecto de las oportunidades de mejora en un contexto de altas demandas. Sobre esta mirada de colaboración y el trabajo con los demás, el líder educativo cumple un rol en el relato y las subjetividades que se instalan en la escuela, y en la forma en que se llevan a cabo mediante prácticas concretas que permiten concebir la colaboración como forma válida y deseada de concebir el trabajo de cada uno”, dice Verónica Leiva, coordinadora Nacional de la Línea de Liderazgo Escolar.

Teniendo en cuento lo anterior, una de las principales ventajas de este tipo de talleres es la bajada práctica de los conceptos al trabajo cotidiano entre los equipo directivos y docentes: “La  bajada práctica que se realiza en el taller es conocer y comprender modalidades de trabajo colaborativo que pueden implementar en las escuelas como estudio de clases, club de video, comunidades de aprendizaje profesional (CAP), estudio de casos profesionales, diálogos pedagógicos, co-docencia, tutoría de iguales, investigación acción, entre muchas otras. Esto le hace sentido, ya que les aporta miradas acerca de caminos por donde transitar para instalar la colaboración en las escuelas”, recalca Leiva.

Sin embargo, las acciones fundamentales que deben propiciar y fomentar los equipos directivos son las siguiente: “Yo asumí como directora este año, y mi estilo de liderazgo es bien compartido, donde se escuchan los diferentes puntos de vista y opiniones de los colegas, y de allí se toman las decisiones. En general, todos los talleres nos han fortalecido mucho como equipo directivo”, relata Gemmita Guajardo, directora de la Escuela Jorge Prieto Letelier, de la Región de Valparaíso.